La educación de las profesiones de salud nos enseña a enfrentarnos a desafíos que plantean los pacientes en general, pero no es posible escindir a las personas del ambiente que las rodea. Cada individuo está inmerso en un ecosistema y respira el aire con los químicos contenidos en él al igual que el agua que bebe, los alimentos que recibe y el suelo en el que habita. No es posible tener gente sana en un mundo enfermo. Desde el sector salud es importante hacer frente a las problemáticas devenidas del ambiente degradado, pero además ser climáticamente responsables ya que nuestro accionar impacta en el ambiente que nos rodea. Los hospitales y centros de salud utilizan muchos recursos naturales y sustancias químicas, gastan energía, producen muchos residuos y generan gases de efecto invernadero. Es importante que los hospitales aporten al ambiente con estrategias de menor impacto.
